LO QUE DEBES SABER SOBRE LA CIRUGÍA DEL CÁNCER.

 PERLA # 1. COMO ESCOGER EL CAMINO INICIAL. EL ESTADIAMIENTO INICIAL EN EL CÁNCER COMO FORMA DE DEFINIR LA INDICACIÓN QUIRÚRGICA

 La cirugía oncológica es considerada una cirugía de alta complejidad y esto está dado, no sólo por la complejidad técnica y la extensión de la intervención quirúrgica a realizar si no también por el estado de compromiso inmunonutricional que el cáncer causa en el paciente. En estas operaciones, la radicalidad obliga a realizar operaciones extensas, en ocasiones mutilantes, que involucran muchas veces a más de un órgano, también se practican disecciones ganglionares, en las que se requiere disecar cerca de estructuras vasculares y nerviosas muy delicadas. Se considera que la probabilidad de complicaciones, que pueden llegar hasta la muerte, en cirugía oncológica pueden ser hasta del 30%. Por todo esto, es que hay que estar seguros de que este proceder es el que le puede causar un mayor beneficio al paciente. El éxito en la cirugía del cáncer depende de muchos factores que hay que tener en cuenta y que cada uno de ellos contribuye de manera decisiva a lograr los objetivos trazados, mientras que, no considerar alguno de ellos o subestimar el papel de alguno de ellos puede dar al traste con un resultado final satisfactorio. Uno de los factores iniciales ( y de vital importancia) es determinar si el paciente, por el estadio en que se encuentra su enfermedad, tiene criterio de realizar una intervención quirúrgica como tratamiento inicial. El diagnóstico de cáncer siempre causa temor, ansiedad e incertidumbre tanto en el paciente cómo es su entorno familiar y social, lo cual lleva a que se busque un tratamiento inmediato y donde el propio paciente desea que se realice una operación cuanto antes, ya que desde la perspectiva popular este es el único tratamiento efectivo en estas enfermedades. Está delicada situación conlleva, en ocasiones a que se busque la conducta más rápida y en ocasiones se acuda a profesionales, que en su afán de satisfacer el pedido del paciente o por otras razones, violan una serie de pasos de vital importancia para el adecuado encauzamiento del paciente en el camino correcto. El primer paso que tiene que realizarse en un paciente oncológico es determinar en qué estadio o etapa se encuentra la enfermedad. Existen normativas internacionales establecidas para este fin y la importancia de la correcta ubicación de cada paciente es que la conducta a tomar varía de acuerdo a este estadio. Estos protocolos establecidos internacionalmente se nutren de ensayos clínicos que brindan la mejor de las evidencias y que se van actualizando a medida que aparecen nuevas evidencias de conductas o tratamientos que mejoran la sobrevida o la calidad de vida de estos enfermos. El estadiamiento inicial de un paciente oncológico generalmente se realiza basado en el sistema TNM, donde: T se refiere al tamaño del tumor o su ubicación dentro del órgano afectado. N Se refiere a los ganglios linfáticos que pueden estar afectados por el proceso. M se refiere a la presencia o ausencia de metástasis. Visto así de forma general, este sistema se aplica en las particularidades de cada órgano afectado y tipo de tumor y de acuerdo a sus resultados surgen un número de variantes que se ubican en estadios fundamentalmente delimitados por la conducta a seguir. Teniendo en cuenta lo anterior, la conducta inicial en un paciente oncológico puede ser: -Quirúrgica -Quimioterapia -Radioterapia -Cuidados paliativos. En algunos casos pueden realizarse combinaciones entre ellos, como hay casos en los que se aplica primero radio terapia o quimioterapia o radio y quimioterapia, para después realizar tratamiento quirúrgico, mientras que en otros, es imperativo el tratamiento quirúrgico inicial y posteriormente el tratamiento con quimioterapia o radioterapia o ambos Estas conductas, cómo se explicaba, están definidas con las mejores evidencias de lo que más beneficia al paciente y cuando se viola este paso muchas veces ya no hay forma de rectificar, lo que conlleva a una peor sobrevida global, a un menor período libre de síntomas, a una peor calidad de vida del paciente y en el peor de los casos, a complicaciones quirúrgicas que pueden llevar hasta la muerte por una conducta que no es la indicada Por todas estas razones, las recomendaciones para un paciente que va a recibir una cirugía del cáncer son: 

1.- Busque a los profesionales de la oncología, ya sea oncólogo clínico o cirujano oncólogo. 2.- Pregunte en qué estadio se encuentra su enfermedad y si la conducta que se propone se ajusta a los protocolos internacionales vigentes. Usted está en su derecho y es una buena práctica no sólo aceptada sino también recomendada solicitar una segunda opinión que le permita contrastar ambos criterios y si aun existiera disparidad de criterios, puede solicitar una tercera opinión e incluso una discusión colectiva o junta médica. Tenga siempre presente, que independientemente de la rapidez con qué se quiere solucionar el problema, escoger inicialmente el camino correcto determinará el resultado final, de la misma forma, lograr que sea acompañado durante todo este camino por un mismo equipo responsabilizado por entero con su salud, es un objetivo a alcanza